Aunque en las explotaciones de metros andaluces hay cada vez más mujeres, queda un largo camino por andar
Aunque haya trascurrido más de una década y media del siglo XXI y se hayan conseguido numerosos avances, en la mayoría de los ámbitos todavía queda mucho trabajo por hacer para conseguir la igualdad de la mujer en el terreno laboral.
El interés de este artículo se centra en los transportes públicos, más concretamente en los tranvías y metros, y en el papel que ha desempañado la mujer a lo largo de la historia y hasta nuestros días, en el que el reconocimiento del género femenino ha sido muy costoso, no habiéndose alcanzado aún la plena igualdad en todas las profesiones que tiene el ámbito ferroviario y tranviario.
RECORRIDO HISTÓRICO
Fue en la Primera Guerra Mundial, la llamada era de la mujer, cuando tras la ausencia de la figura masculina las mujeres tuvieron que traspasar el ámbito doméstico de criar a los hijos y la administración de la casa, para convertirse en municioneras, conductoras de tranvías, conductoras de ambulancias e incluso se alistaron como auxiliares del ejército. Y así el 20 de octubre de 1915, en Londres, ya podían presentarse al carnet para llevar autobuses y tranvías.
En España costó un poco más y no fue hasta los años 20 cuando algunos tranvías como el de Barcelona o Bilbao incorporaron personal femenino, pero solo en las taquillas y en el servicio de limpieza. Los cargos de conductores, mecánicos, inspectores… permanecieron en manos de los hombres.
Con la llegada de la Segunda República, y a pesar del auge de movimientos progresistas y feministas, no se avanzó demasiado y solo se amplió la inclusión de la mujer en puestos de secretarias, administrativas y recepcionistas, tareas que se consideraban “propias” de mujeres.
La Guerra Civil Española tuvo el mismo efecto en el sector que la Primera Guerra Mundial en Europa y supuso un paréntesis excepcional en la inclusión de la mujer en el mundo ferroviario y tranviario.
Fue en el tranvía de Barcelona, a través del Sindicato Único, donde se aprobó la incorporación (tras varios exámenes de capacitación) de las mujeres para desarrollar toda clase de tareas: limpieza y mantenimiento de vehículos, mecánica, reparación, torno, bobinado, conducción… Fue un éxito rotundo y se demostró sobradamente que podían desarrollar cualquier actividad en las explotaciones tranviarias de la época.
Todo fue un espejismo, porque en cuanto los hombres regresaron de la guerra ellas tuvieron que abandonar los puestos. Con la llegada de la dictadura franquista, las mujeres en el sector volvieron a ocupar puestos de secretarias, recepcionistas, taquilleras o informadoras en las oficinas de información.
Posteriormente en los años 60 y 70 se fueron desmantelando los tranvías en España aduciendo razones de seguridad, lo que supuso el auge de las líneas de autobuses, un hecho que hizo que se perdieran puestos de trabajo en el sector y la paralización de la inclusión de la mujer en ese ámbito.
La transición y la instauración de la democracia conllevaron un lento proceso de incorporación de la mujer en cargos considerados de hombres, a lo que ayudó mucho el acceso femenino a la formación académica que permitió que la mujer, no sólo pudiera acceder a puestos de conductoras o supervisoras, sino a los servicios técnicos de control de explotación y planificación de líneas.
METRO DE GRANADA
La vida en servicio del metro de Granada es realmente reciente. La incorporación del metropolitano al paisaje urbano nos ha traído también imágenes propias de este siglo, en el que la incorporación de la mujer a los puestos de trabajo debería darse en condiciones de igualdad.
La jefa del Puesto de Control Central (PCC) del metro de Granada, desde donde se controlan todos los movimientos de los trenes, es una mujer. Queda un largo camino por andar y aunque en nuestras explotaciones de metros andaluces hay cada vez más mujeres, muchas de ellas ocupando puestos de responsabilidad, tenemos que seguir luchando para conseguir un equilibrio que permita en el futuro hablar de personas, no de hombres ni de mujeres.
Reportaje fotográfico de mujeres trabajadoras en el Metropolitano de Granada:
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