Es llamativo que el primer viaje que estamos haciendo en todos los metros y tranvías de Andalucía sea un viaje al pasado. Gracias a las obras de estos medios de transporte, estamos pudiendo conocer con más detalle un poco más de nuestra Historia y Patrimonio. En este caso, no hay diferencias entre metros subterráneos y tranvías en superficie, entre toneladas de tierra y piedras ambos nos están acercando a nuestra historia.
Unos restos que nos enseñan pinceladas del pasado que en la mayoría de los casos es conocida y ya estaba prevista encontrarla, gracias a los rigurosos trabajos previos en los estudios y anteproyectos, antes de iniciar las obras de ejecución de cada uno de los metros y tranvías. Pero en otros casos, nos presentan aspectos desconocidos o detalles que ayudan a conocer mejor la evolución de nuestras ciudades.
Ubicación de las principales actuaciones de transporte metropolitano realizadas por la Agencia de Obra Pública
Gracias a la construcción de los metros y tranvías, hemos podido descubrir vestigios de la ciudad de Osset, una gran naumaquia en buen estado de conservación, restos de fábricas de cerámica de la época nazarí, 20 cañones de la época napoleónica o necrópolis musulmanas y romanas que enriquecen la visión que hoy en día tenemos de nuestro pasado.
En sucesivos post vamos a mostrar los hallazgos arqueológicos que hemos realizado en cada una de nuestras actuaciones de transporte.
METRO DE SEVILLA:
Durante la ejecución de las obras del Metro de Sevilla hemos encontrado cuatro grandes localizaciones arqueológicas, San Juan de Aznalfarache – Barrio del Monumento, Avenida República Argentina en Sevilla, Calle San Fernando y Prado de San Sebastián también en la capital y un par de ellas de menor repercusión (Barrau – Portaceli).
Vista aérea de parte de los restos encontrados en San Juan de Aznalfarache
San Juan de Aznalfarache: Las obras del Metro a su paso por San Juan de Aznalfarache depararon la sorpresa de encontrar parte del pasado histórico de la ciudad en el barrio del Monumento. La importancia del yacimiento obligó a replantear el proyecto, cuyo túnel fue construido en mina atravesando el cerro de los Sagrados Corazones, para evitar dañar los restos y poder conservarlos. Se encontró parte de la villa romana de Osset Iulia Constantia, en concreto varios muros que podrían pertenecer a una estructura de almacenaje junto con una muralla del recinto ciudadano que se alzaba en San Juan y que suponía un punto estratégico de control del comercio entre Híspalas y el Aljarafe. Además de los restos romanos también se ha documentado parte de la muralla de la fortaleza almohade (siglo XII) de Hins al Faray. El material hallado en las excavaciones remonta los orígenes de San Juan a época turdetana, hacia el siglo III a.C.
Centro de interpretación de restos arqueológicos
Con el objetivo de poner en valor los hallazgos y proteger el yacimiento descubierto durante las obras del Metro se ha realizado un centro de interpretación de restos arqueológicos en San Juan, se ubica en la Plaza Doctor Muñoz Cariñanos, tiene 993 metros cuadrados de superficie y forma triangular. Desde el punto de vista arquitectónico, ha sido concebido como una ‘calle-puente’ que permite el paso de los peatones de forma natural, a través de la excavación arqueológica, y se configura por dos volúmenes de diferentes alturas entre los que se inserta el referido paso peatonal que conecta la Plaza Doctor Muñoz Cariñanos con el espacio Otto Engelhardt, dando continuidad al itinerario entre los dos nuevos equipamientos y conecta con el ascensor inclinado de la plaza mirador.
Plaza Mirador que da acceso al ascensor inclinado
Detalle del interior del Centro de Interpretación
El yacimiento arqueológico que alberga el centro de interpretación es un fiel testimonio que refleja los diferentes usos que se dio a dicho espacio durante las épocas turdetana, romana y almohade. Los turdetanos ubicaron en esta localización un lagar para la fabricación de vinos, mientras que los romanos transformaron este espacio en una plaza pública porticada con un muro perimetral, del que se han conservado restos de la muralla. Posteriormente, durante el asentamiento almohade, los árabes aprovecharon los sillares del edificio romano para construir una zona fortificada, que incluye dos torres desde las que controlaban el acceso desde la Vega de Triana hasta la antigua Osset (San Juan de Aznalfarache). Durante las investigaciones arqueológicas también se hallaron restos de un cementerio almohade, junto a una de las puertas de la muralla.
(Continuaremos descubriendo restos de nuestro pasado en sucesivas entradas)
